Un tal Sutano...

Folletín esporádico y parrafezco...

Thursday, November 30, 2006

Párrafo 7.-

Los niños corrieron con el botín solo un instante, pues era innecesario. Alrededor no había humanos y reinaba una tormenta de tierra. Carcacha, un chico desgarbado de cara larga y triste, comprendió la impunidad, y sin deseos de sonreir se puso el saco italiano y lo arremangó. El otro niño cómplice estaba sentado en el piso abriendo la bolsa marinera. Lo miró desde abajo y no se atrevió a hacer un chiste. Sacó de la bolsa un adorno egipcio y se lo dio, repentinamente intimidado. Carcacha lo arrancó de sus manos y lo observó durante varios minutos. Sintió que ese objeto desubicado en el barrio tenia poderes. Que estaba provocando el destino. Entonces fue cuando vio al gordo a quien habían robado, sangrante y sucio, tambaleándose entre la tierra, acercarse hasta ellos. "Traidor!", gritó entre el ruido del viento al niño en el suelo, después de pegarle con el adorno. Sacó la lengua para saborear la tierra y se fue trotando de espaldas, burlón, provocando al gordo a que lo alcanze.

Paya

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